The Second Trial: Pamina was very sad to be seperated from Tamino again. She was wandering around the garden when she saw the 3 boys who had been Taminos guide through the forrest. She asked them to help her find Tamino. The three boys pointed to two high mountains, "That is where Tamino will be" they told her. Pamina found the base of the mountains and saw that there were 2 doors made of metal bars carved into the mountainside. She looked though one and saw water pouring down. Through the other there was a furnace of flames. She looked over and saw Tamino being guided by 2 guards towards the mountain of fire. She beged Tamino to take her with him. He agreed and they walked into the flaming room, with the heat growing hotter and hotter bu the second. Tamino took out his magic flute and began to play. As he did the flames began to die down and they saw a sloping path that headed to the mountain of water.
El Segundo Juicio: Pamina estaba muy triste por separarse de Tamino nuevamente. Estaba deambulando por el jardín cuando vio a los 3 niños que habían sido Taminos guiarse a través del bosque. Les pidió que la ayudaran a encontrar a Tamino. Los tres chicos señalaron dos montañas altas, "Ahí es donde estará Tamino" le dijeron. Pamina encontró la base de las montañas y vio que había 2 puertas hechas de barras de metal talladas en la ladera. Miró a través de uno y vio agua cayendo. A través del otro había un horno de llamas. Miró y vio a Tamino siendo guiado por 2 guardias hacia la montaña de fuego. Ella le suplicó a Tamino que la llevara con él. Él estuvo de acuerdo y entraron en la habitación en llamas, con el calor cada vez más caliente en el segundo. Tamino sacó su flauta mágica y comenzó a tocar. Mientras lo hacía, las llamas comenzaron a apagarse y vieron un camino en pendiente que se dirigía a la montaña de agua.
The Flying Machine: After the ground had given way Papageno found he had fallen into a large garden. He looked all around for Papagena but couldn't find her anywhere. He decided that life was just not worth living without her. He looked around one last time before giving up and noticed a large flying machine in the sky. The three boys climbed out of the machine and reminded Papageno about his magic bells. Excitedly Papageno began to play his bells, all the while looking around for his love. The boys told him to turn around and when he did he was thrilled to see Papagena standing there. "Pa-pa-pa-pa-pa-Papagena!" he yelled. "Pa-pa-pa-pa-pa-Papageno!" she called back.
La Máquina Voladora: Después de que el suelo cedió, Papageno descubrió que había caído en un gran jardín. Buscó a Papagena por todas partes, pero no la encontró por ningún lado. Decidió que la vida no valía la pena vivir sin ella. Miró a su alrededor una última vez antes de darse por vencido y notó una gran máquina voladora en el cielo. Los tres niños salieron de la máquina y le recordaron a Papageno sus campanas mágicas. Papageno, emocionado, empezó a tocar sus campanas, mientras buscaba a su amor a su alrededor. Los muchachos le dijeron que se diera la vuelta y cuando lo hizo se emocionó al ver a Papagena parada allí. "¡Pa-pa-pa-pa-pa-Papagena!" el grito. "¡Pa-pa-pa-pa-pa-Papageno!" ella volvió a llamar.
The Third Trial: While Papageno and Papagena were reuniting in the garden Pamina and Tamino were still facing their final trial. They had come through the fire unharmed and now they had to survive the pouring down torrents of water surrounding them. They could hardly see in front of them and because it was so loud they could hardly hear each other. Pamina reminded Tamino to try his magic flute. As he bagan to play an opening appeared in the middle of the waterfall. They could see a large golden door ahead of them. Together they pushed the door open and walked into a room bathed in sunlight streaming through seven circular windows. At the far end of the room was a golden throne where Sorastro sat. He welcomed them to this most sacred chamber and announced that there would be a great celebration in honor of their love and courage. All through this final trial Papageno and Papagena were arguing over how many children they would have and whether they should be boys, girls, or both! Silly birds!
El Tercer Juicio: Mientras Papageno y Papagena se reunían en el jardín, Pamina y Tamino aún enfrentaban su juicio final. Habían salido ilesos del fuego y ahora tenían que sobrevivir a los torrentes de agua que los rodeaban. Apenas podían ver frente a ellos y debido a que era tan fuerte que apenas podían escucharse entre sí. Pamina le recordó a Tamino que probara su flauta mágica. Cuando empezó a tocar, apareció una abertura en medio de la cascada. Podían ver una gran puerta dorada frente a ellos. Juntos empujaron la puerta para abrirla y entraron en una habitación bañada por la luz del sol que entraba por siete ventanas circulares. En el otro extremo de la habitación había un trono dorado donde estaba sentado Sorastro. Les dio la bienvenida a esta cámara sagrada y anunció que habría una gran celebración en honor a su amor y valentía. Durante todo este juicio final, Papageno y Papagena discutieron sobre cuántos hijos tendrían y si deberían ser niños, niñas o ambos. ¡Pájaros tontos!